Jean-François Millet, Las espigadoras, 1857. Museo D'Orsay.
Este pintor del realismo del siglo XIX una vez dijo «La cosa más gozoza que conozco es la paz, el silencio que se disfruta en el bosque o en las tierras labradas» y eso es precisamente lo que se ve esn este óleo, pincelada a pincelada.
En el momento que lo vi en persona quedé paralizada de emoción: «La premier plus grand ouvre que j'ai vu au mousée. J'ai pleuré.» La paz, el encanto, la intimidad que refleja es tal qeu no podía dejar de verla. A mi espalda un visitante tras otro desfilaba y yo no me atrevía a apartarme de ella.
Millet es una de las grandes influencias de la obra de Vincent van Gogh, y no es difícil saber por qué o qué es lo que atrapó a Vincet. Pero lo podemos ver reflejado en la temática y la paleta de sus obras tempranas. Tal vez Vincent también se quedó sin habla al contemplar la paz que destila esta obra y su gemela, El angelus, que está colgada a un par de metros a la izquierda de esta. Aquélla es todavía más íntima y emotiva, pero esta es más pacífica, es más feliz.
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